Una vez más, es nuestro doloroso deber enderezar una protesta. Estoy seguro de que, al dar a conocerla, será respaldada por todos los mexicanos de buena voluntad, por mis pacíficos compatriotas y especialmente por el gremio periodístico, en particular por la prensa de Sonora.
Protestamos vigorosa, inequívocamente ante el artero asesinato del periodista Marco Antonio Ávila García, quien laboró en el periódico “El Regional de Sonora” de Ciudad Obregón, Sonora.
Aún si no sufriéramos una guerra que no lo es, aún dentro de la entonces pacífica vida del sonorense probo y laborioso, la muerte de un periodista es no solo una afrenta a su persona y derechos, a su familia y colegas sino una violenta agresión a la tarea informativa y su labor iluminadora. Pues no se entiende la consciencia ciudadana sin conocer el detalle diario de su vida, urbana y rural. , detalle que dará forma a la historia de sus comunidades. Porque si nó conocemos, nó nos conocemos. Tal es la última relevancia del atentado y su consumación. Por eso se trata de una gravísima pérdida.
La ciudad viva se recrea en sus
hechos. Eventos localizados, capturados, distribuidos y comentados al comunicar
la verdad sin tapujos, asunto no siempre feliz. Más riesgoso aún cuando existen
visos de cierta descomposición que no acabamos por entender. Atropellado el
derecho a la información es de suyo un virulento ataque a la vida civilizada y
un desdoro inadmisible del estado de derecho.
Cuando se busca silenciar y se lo consigue, urge esclarecer tal voluntad de silencio, quienes silencian y para qué lo hacen. El silencio es la prisión del espíritu y la sangre derramada solo la justicia logra coagularla. La respuesta al celo profesional de Marco Antonio Ávila ha sido la muerte.
Por eso no bastan mil protestas.
Es preciso conocer la verdad, tal como el reportero caído siempre hizo. Estamos
ciertos de que silenciar la verdad de su sacrificio solo contribuiría al
silencio agarrado por los delincuentes.
Por nuestra libertad y apoyados
en las garantías y derechos que consagra nuestra Constitución, respaldamos
ampliamente la labor de este y todos los medios que habrá de reforzarse por la
sangre derramada de uno de los nuestros.
Atentamente:
Teniente Coronal Enrique Cobos Alcocer.
Candidato a Presidente Municipal de Hermosillo, Sonora.
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